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Nuestra etapa de hoy parte de la localidad de Picote situada en la margen portuguesa. Es aquí donde se ubica la presa de Picote que forma el único tramo de todo el río Duero que tiene prohibida su navegación todo el año. El pueblo está situado unos 300 metros por encima del cauce del Duero lo que da una buena cuenta de lo escarpado de sus laderas. Deberemos embarcar 1 kilómetro aguas abajo de la presa de Picote ya que no existe un embarque cerca de la misma.
El río, en su primer kilómetro después de la presa, discurre por un bonito desfiladero después del cual se abre. Es en este punto donde embarcaremos. En el caso de que no se esté turbinando desde la presa de Picote, el cauce está muy remansado, por lo que podremos recorrer este tramo de desfiladero navegando aguas arriba de nuestro embarque. Comenzamos nuestra etapa con un ambiente similar al de etapas anteriores. Las paredes de granito, muy verticales, descienden hasta el agua y caracterizan esta primera parte. Aquí el cauce es muy ancho, y nos deja apreciar a lo lejos las grandes paredes que cambian el curso del río.
Cuando hemos recorrido unos 8 kilómetros el cauce comienza a ser más y más ancho y las paredes de granito terminan por desaparecer, dando paso a laderas en las que comenzamos a ver campos cultivados y algunas edificaciones, que son más frecuentes en el lado portugués. El benévolo micro-clima, similar al clima mediterráneo, que podemos encontrar en las zonas de valle de las Arribes, han permitido el desarrollo de una agricultura que durante mucho tiempo ha sido el sustento de los pobladores de estas regiones. Hacia el kilómetro 10 el pantano presenta una gran anchura y encontramos en lado derecho una serie de casas a orillas del mismo y un camino de tierra que permite el acceso al río desde las localidades de Sendim y Urrós.
El pantano mantiene ahora esta anchura hasta el final de la etapa que se encuentra unos 8 kilómetros más adelante. En esta parte del río estamos expuestos a los fuertes vientos por lo que navegaremos con precaución ya que la anchura del cauce llega a alcanzar en algún punto los 200 metros. Comenzamos a ver la presa de Bemposta al fondo y, mientras navegamos hacia ella, descubrimos un embarcadero situado al abrigo de un ramal, que presenta el pantano en su lado derecho, donde desembarcaremos.
Porteo de la presa de Bemposta. Se hace por orilla derecha. Después de desembarcar hay que remontar la embarcación hasta el antiguo poblado de la central para descender después la carretera que nos lleva a cruzar por encima de la presa. Justo antes de cruzarla encontramos una carretera asfaltada que se convierte en pista y que desciende aguas abajo de la presa hasta el cauce. Se trata de un largo porteo en el que será útil un vehículo. En caso de disponer del mismo podemos desplazarnos hasta Ambasaguas, accesible desde Vilarino de los Aires, en la confluencia del Tormes y el Duero donde encontramos otro punto de fácil acceso al cauce.
Puedes remontar el tramo que separa el embarque de la presa de Picote con cuidado ya que en condiciones de bajo nivel del pantano de Bemposta y de turbinaje de Picote podemos encontrar corriente.
Relájate en el bonito paraje de Ambasaguas. Situado en la confluencia de los ríos Tormes y Duero, sirve además de embarque para la siguiente etapa. Tiene un gran valor ecológico y pueden recorrerse multitud de pequeños senderos paralelos al río.
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